martes, 29 de marzo de 2011

Barcelona: Cerveceria Catalana

Pasaporte a una rica experiencia con una buena sugerencia

Mi esposo JC y yo,  pasamos nuestra “luna de miel”, en Barcelona y nos  encontramos hambrientos después de mucho caminar por esta fascinante ciudad de España adornada por la creativa obra arquitectónica de Gaudí.   Hambrientos y sin saber a donde ir, una y otra vez  la sugerencia de los locales mas constante  fue,  la de ir a la Cervecería Catalana; así que nos dispusimos a caminar y después de poner  un pie frente  al otro después de unos 15 minutos más o menos desde Plaza Cataluña, nos encontramos justo en frente de este fascinante lugar.

La experiencia gastronómica fue deliciosa y  fuera de todo lo que conocíamos antes.  Hay tapas de toda clase y para todo tipo de gustos.  Mi esposo que es vegetariano y también estuvo más que satisfecho de su variedad y magníficos sabores.  El lugar es verdaderamente exquisito.

En cuanto a las cervezas, ellos ofrecen un sin número de ellas por lo que no sabíamos por donde empezar.  Pero no solo,  hay cervezas para todos los gustos, sino también vinos, y demás licores para enriquecer cada bocado que te lleves a la boca.  Incluimos un maravilloso Moscatel, que tomamos con nuestro extraordinario postre de crema catalana, al final de la noche.

La Cervecería Catalana, no solo estaba llena de turistas ya que estaba igualmente inundada de locales. Mas sin embargo, logramos encontrar un sito en el bar que fue sin duda la mejor área para entablar  conversaciones.  Fue allí donde conocimos una pareja de Noruega, de lo mas divertida, quienes nos recomendaron ir a un sitio llamado Lyseboth en su país.  Nos mostraron impresionantes fotografías que habían tomado de este sitio, que cuenta con una riqueza natural indiscutible.

El estar sentados en el bar no solo nos dio la mejor vista del lugar,  sino que también  nos permitió sentir los aromas  de las tapas que iríamos a comer,  ya que se prepararon  frente a nuestros propios ojos. La atención fue maravillosa, no solo fuimos recibidos por Beydy, sino que fuimos guiados por ella, en cuanto a qué consumir, ya que nuestro conocimiento de la diversidad de tapas existentes en la cervecería  y los nombres que localmente reciben  ellas eran desconocidos para nosotros en su mayoría.
  
Rasti, tras el bar de tapas calientes, nos fue de mucha ayuda, en cuanto a qué probar en nuestra aventura, no solo de tapas sino también de licores.  Las sugerencias llevaron a mi esposo a describir, que había encontrado una nueva cerveza favorita.  Una cerveza catalana, cuyo nombre es Voll Damm,  que se fabrica con doble malta, y un alto contenido de alcohol.

Pues ya saben, si se encuentran en Barcelona, con ganas comer exquisitas tapas, en un lugar céntrico con un ambiente agradable y del que van a salir literalmente, “ chapándose los dedos”,  visiten la Cervecería Catalana, en calle Mallorca 236.  ¡Buen apetito!